Desde el fondo de la Villa 31 bis se ve la imponente Facultad de Derecho de Buenos Aires, donde da clases el nuevo presidente de Argentina, Alberto Fernández. Está a poco más de 200 metros de este barrio precario de Buenos Aires, pero las vías de tren y vallas sucesivas impiden que pueda cruzarse en línea recta y obligan a dar un gran rodeo. La distancia simbólica es mayor: muchos estudiantes de estos hogares pobres no terminan la secundaria y son menos todavía los que continúan después. Entre ellos están Giselle, Ruth, Alejandra, Rosa, Martha, Aquilina y Elva, las primeras siete maestras diplomadas del Dora Acosta, el único instituto superior de formación docente abierto en una villa.Seguir leyendo.